jueves, 12 de junio de 2008

¿piensas adoptar un perro?

Reglas exageradas dificultan la adopción de mascotas abandonadas aunque también pueden asegurar una buena adopción.

Casi tan pronto como Michele Pusateri y sus dos hijas se decidieron por un terrier blanco y negro en un refugio de la sociedad protectora de animales cerca de su casa en Pasadena del Sur, California, les dijeron que ellos no reunían los requisitos para ser amos del perro.

Pusateri llevó a sus hijas, Mira y Zoe, dos veces más de vuelta al refugio y se reunieron con diferentes asesores de adopción. En los dos casos les dijeron no. "Fue una locura", dice Pusateri. "Estaban preocupados de que yo no había tenido nunca un perro en mi vida, y que tenía una hija de seis".

Sus posibilidades de poseer una mascota no mejoraron porque se dirigiera a grupos cuya misión es rescatar a perros maltratados y no deseados. Tuvo que explicar a sus tristes hijas que no podían adoptar mascotas porque las organizaciones sospechaban que la familia tenía un hoyo en la valla del patio trasero o porque el patio era muy pequeño.

Finalmente, en mayo pasado, Pusateri fue al refugio animal del condado y encontró a Piper, un chucho. Pagó 80 dólares por el perro, que sería operada y que recogerían dos días más tarde, para alegría de las niñas.

Ese proceso hizo pensar a Pusateri que los guardianes de la adopción animal pueden preocuparse tanto de sus encargados que, en la ecuación, se olvidan de la gente. "Te hacen pasar por todos esos sobresaltos emocionales", dijo. "Sientes que te están juzgando. Y empiezas a preguntarte si acaso te mereces un perro".

Aunque adoptar a un perro o gato callejero -antes que comprar uno en una tienda o a un criador- se ha convertido en algo políticamente respetable, una chapa de orgullo para algunos debido a que se aplica la eutanasia a millones de animales todos los años, los obstáculos que algunas sociedades protectoras de animales y grupos de rescate hacen sortear a los amos potenciales -incluyendo formularios de varias páginas, referencias, chequeos de antecedentes, entrevistas y visitas a la casa- pueden hacer que el proceso sea tan desalentador como adoptar a un niño.

Los grupos de adopción animal dicen que quieren evitar entregar las mascotas a amos que las maltraten y, quizás más importante, asegurarse de que los animales encuentren hogares permanentes. Sin embargo, los adoptadores de perros que creen satisfacer las normas de los criadores se sorprenden cuando los refugios y grupos de rescate les piden más que un pulso. Muchas familias se sienten heridas cuando son rechazadas y se preguntan: ¿Es mejor que los animales no encuentren nunca un hogar, a que vivan con nosotros?.

Aunque al año entre ocho a doce millones de perros y gatos terminan en refugios en Estados Unidos, y entre cuatro a seis millones son matados en procesos de eutanasia, aquellos que se encargan de las mascotas dicen que los altos requisitos que exigen de los dueños de animales rara vez dejan sin casa a los animales. Finalmente casi todos los que quieren animales terminarán con uno, en algún lugar. Así que ¿para qué sirve que los adoptadores de mascotas se sientan inadecuados y se invada su privacidad?.

"La visita a la casa asusta a un montón de gente", dice Jill Blastel-Cortus, presidente de Rescate de Perros Salchicha de América del Norte, una red de unos cien voluntarios que proporcionan hogares temporales a perros salchichas que provienen de refugios sin espacio o de familias que los entregan debido a problemas de conducta o de cambio de estilo de vida.

El grupo coloca a los perros en hogares permanentes. "No vamos a juzgar si has quitado el polvo o si has aseado", dice Blasdel-Cortus.

Sin embargo, defiende las prácticas de exigir que los adoptadores potenciales rellenen un formulario de tres páginas que preguntan cosas como si la casa es alquilada o propia, y preguntas como: "¿Qué haría si su perro mordiera a un niño durante un asado en el patio de atrás?".

Se controlan las referencias. Se hacen visitas a casa. Los adoptadores deben firmar un contrato especificando los cuidados que se brindarán al perro. En los últimos nueve años el grupo de perros salchichas ha colocado a unos 4.300 perros, dice Blasdel-Cortus, y sólo recuerda haber rechazado a una familia después de una visita a casa debido a que vivían en un apartamento en altos con escaleras desvencijadas y se negaban a subir o bajar al perro.

"Soy defensora de los perros", dijo Blasdel-Cortus. "No defensora de la gente. Si no quieres rellenar el formulario, vete al refugio local. Alguna gente cree que eso es poco cooperativo, pero no todo el mundo puede vivir con un perro rescatado".

Grupos de rescate animal, que parecen exigentes a la hora de aprobar nuevos hogares para sus cargas, son parte de un "movimiento muy intenso, muy grande y que crece rápidamente", dice Jon Katz, que ha escrito sobre ellos en "The New Work of Dogs" (Villard, 2003).

Calcula que la cantidad de gente involucrada en el rescate de animales (la abrumadora mayoría son mujeres) en decenas de miles. Un rescate animal puede ser un refugio urbano establecido sin fines de lucro o una mujer en Idaho con un sitio en la red. A veces un voluntario de rescate animal viajará cientos de kilómetros para reunirse con otro, que ha viajado también cientos de kilómetros con una mascota, en una especie de pase ferroviario clandestino.

Rescate de Cocker Spaniel, de Nueva Inglaterra, no colocará a un perro con una familia con niños de menos de siete años, dice Gerry Foss, su presidente. Rescate de Pastor Alemán, en Burbank, California, recibe seis perros al día de gente que no los quiere, dice Grace Konosky, la fundadora, y rechaza al 70 por ciento de la gente que quiere adoptarlos.

Janie Regnier rellenó un formulario de solicitud para adoptar un salchicha a través de Rescate de Perros Salchicha. "Era un formulario asombrosamente largo, pero no amante de los animales, me pareció que era un buen formulario", dice.

Esta semana, Ina Eaves, del grupo de rescate, visitó la casa de la señora Regnier en Fairfax, Virginia. La perspectiva puso nerviosa a Regnier, porque ella es inquilina, no dueña. Eaves quería que reparara la verja, pero para cuando se marchó, Regnier sintió que habían hecho migas. La aprobaron.

Para los que son rechazados la experiencia puede ser desconcertante. Tamara Burke, que vive cerca de Stowe, Vermont, donde posee una firma consultora y escribe una columna para The Stowe Reporter, ha tenido animales toda su vida. Pero cuando ella y su marido decidieron tener un segundo perro cobrador como compañero de su cobrador más viejo, Mercedes, el grupo de rescate quiso visitar su casa.

"En mi casa no hay nada que diga que somos de clase media alta", dijo Burke sobre el antiguo chalet que ha sido de su familia durante generaciones y donde cría ovejas y pollos. "Es un espacio desordenado, improvisado, pero no tiene nada que ver con cuánto dinero gasto en mis perros o con cuánta atención les presto".

El representante del grupo de rescate dijo, según Burke, que aunque ella y su marido eran simpáticos, su casa no era apropiada para el perro, porque no tenían un patio cercado. "Tengo 60 hectáreas", dijo Burke. "La miré, diciéndole: "¿Tengo que poner una verja en todas mis 60 hectáreas para tener un perro? ¡Es absurdo!"

En respuesta, Burke comenzó a investigar ella misma a las organizaciones de rescate. Y conoció a montones de personas que "no reunían los requisitos" para tener un perro. En su experiencia, las visitas a casa no significan nada.

"No puedo tomar una decisión basándome en cómo vive una persona", dijo. "Tengo amigos que tienen fondos de inversiones y no tienen agua potable en casa.

También tienen perros, y creo que a los perros no les importa".
Burke dijo que los amos potenciales pueden sentirse intimidados por el proceso, y los guardianes lo justifican porque son defensores de los animales sin hogar.

Ellos exigen una respuesta emocional".La mayoría de los voluntarios de rescate luchan por encontrar un balance entre lo que es mejor para el animal con lo que es mejor para el adoptador. Pero todos tienen ideas diferentes sobre lo que es un hogar apropiado, y no hay reglas uniformes para la posesión de una mascota. Algunos refugios públicos también exigen una visita a casa.

El Departamento de Control y Protección Animal del condado de Palm Beach, Florida, exige una visita a casa en el caso de razas mordedoras -como los pit bulls, rottweilers, pastores alemanes y akitas- para cerciorarse que los patios están vallados. Se puede negar la adopción si una familia vive en un área en la que el departamento es llamado regularmente a recoger perros, dice Kelly Diegert, funcionaria del departamento.

En opinión de algunos especialistas en adopciones, el elaborado escrutinio de los clientes y las visitas a casa son exageraciones. Están tratando de reducir los obstáculos, aunque no imaginan que la gente simplemente pase a recoger una mascota y se marchen con ella a casa sin que nadie les pregunte nada. Eso los transformaría en tiendas de mascotas. "Estamos interesados en que la adopción de mascotas sea menos complicado que inscribirse en la universidad", dice Gail Buchwald, vice-presidente de los programas de refugio y adopción de la Sociedad Americana de Prevención de la Crueldad hacia los Animales, de Manhattan, que coloca más de dos mil perros y gatos todos los años. "La mayoría de la gente a la que se le ha pedido que pase por ese proceso, se sienta sobrellevada".

Dijo que su organización pide que se rellene un formulario de petición y toma contacto con todos los miembros de la familia para asegurarse de que todos quieren una mascota. Preguntan a los conserjes, pero no hacen visitas a casa. "Cuando es fácil conseguir mascotas", dice Buchwald, "no tiene sentido obligar a los adoptadores a que lleguen al punto que digan: no tengo por qué pasar por esto, como si quisiera estudiar en la universidad. Mejor me voy al deli de la esquina y adopto a un perro perdido".

Cuando Chris Coates, 23, y su pareja Zach Denison, 24, adoptaron esta semana en el ASPCA a Buddy, una mezcla de labrador y pit bull, Coates dijo que el proceso era exhaustivo pero no invasivo. Fue por primera vez el viernes pasado, y luego fue con Denison el domingo. Volvieron el lunes y juguetearon con seis perros antes de elegir a Buddy, que llevaba dos años en el centro y recibieron una despedida de todo el personal.

"Como voluntario de rescate animal, quieres controlarlo todo", dijo Buchwald. "Puedes haberte ocupado del animal desde que lo encontraste en la calle o lo recogiste enfermo o herido. Quieres saber más allá de toda duda cómo se ve la casa. Pero este trabajo implica confianza y moderación. Lo mejor que puede hacer es decir: "Que Dios los bendiga", y aplaudir cuando las mascotas encuentran finalmente un hogar".

Anna Bahney


algunas de la sprotectoras que participan en el programa de adopcion online



Asociación Cacereña para la Defensa de los Animales
A.M.A.I. (Asociación Amor a los Animales) (Madrid)
El Arca de Noé (Córdoba)
SPAP "El Retiro", Las Pedroñeras (Cuenca)
Sociedad Protectora de Animales de León
A.P.A.P. de Alcalá de Henares (Madrid)
Sdad. Protectora de Animales y Plantas de Alcoy (Alicante)
Asociación Asoka El Grande (Alicante)
Refugi Baix Camp (Tarragona)
Asociación Protectora de Animais O Jaticán (Pontevedra)
Asociación Protectora de Animales S.O.S. Bilbao
Sos Albergue de Perros Vagabundos de Pechina (Almería)
Refugio Kimba (Cádiz)

paso a paso


Un cepillado previo facilitará el desenredado posterior.
El agua estará de tibia a caliente: entre 35 y 40º.
El perro se coloca de pie, con collar y sobre una alfombrilla, con el agua cubriendo las patas y hasta la tripa aproximadamente.
Humedecer completamente el pelo y hasta la piel.
Enjabonar desde la cabeza a la cola, extendiendo hacia las patas y el abdomen y masajeando bien .
Cuidar de que no entre agua en los oídos ni jabón en los ojos.
Aclarar en profundidad con un recipiente o jarra en la misma dirección, desde la cabeza a la cola.
Dejar que el perro se sacuda varias veces, ya fuera de la bañera.
Secado completo, primero con toallas y luego con secador no muy caliente.
Por ultimo, nuevo cepillado y, si el clima lo permite salida a corretear un rato.

Después del baño es el momento de aplicar localmente los productos de tratamiento y prevención de parásitos externos

Limpieza de oídos La acumulación de suciedad en los oídos del perro puede provocar otitis y otras enfermedades óticas. Por eso, al menos una vez al mes, es necesario proceder a su limpieza. Para ello se comienza limpiando el exterior con un paño húmedo, sobre todo en el caso de orejas largas y caídas, para después revisar el interior de las mismas. El conducto auditivo se limpiará sólo por su parte externa, con suavidad, con agua oxigenada rebajada en agua o con un producto específico aconsejado por el veterinario. También son útiles las toallitas de bebé impregnadas de aceite suave, siempre sin introducirlas demasiado profundo; por lo mismo, nunca se usarán bastoncitos ni otros objetos.

Higiene de los ojos Los perros con los párpados inferiores caídos, como el San Bernardo, son más propensos a secreciones oculares. La limpieza debe ser, en estos caso diaria. En el resto de las razas, un lavado cada tres o cuatro días con una gasa empapada en manzanilla tibia, te o suero fisiológico será suficiente para evitar la formación de costras y legañas. Limpieza dental Lo ideal sería adoptar el uso regular del cepillo y la pasta de dientes, siempre específicamente formulada para perros. Si el perro no se deja, se le debería acostumbrar a que, al menos, se deje limpiar con agua y un paño. La revisión periódica de la dentadura e incluso las limpiezas dentales efectuadas por el especialista a base de ultrasonidos u otros sistemas indoloros son imprescindibles para conservar la dentadura del animal en óptimo estado hasta su vejez. La dejadez y el abandono puede provocar la pérdida de los dientes, a causa por odontalgias y gingivitis provocadas precisamente por la acumulación de sarro.

Una dieta a base de pienso y el uso de huesos de higiene dental ayuda a mantener los dientes del perro limpios, sanos y libres de sarro

Aseo de patas y corte de uñas Si las uñas no se desgastan en el pavimento por ser éste demasiado liso será necesario cortarlas con mucho cuidado de no dañar las venillas que la s recorren. Si el perro se deja, también se pueden limar. Los espolones son generalmente los que padecen este problema, al estar demasiado altos, y es preciso recortarlos cada cierto tiempo para evitar que se claven produciendo heridas o se enreden en el collar.
Hay que revisar a diario las patas del perro, entre los dedos y en las almohadillas o pulpejos, pueden acumular suciedad, piedrecitas o astillas. En mal tiempo hay que lavarlos con agua y secarlos cada vez que el perro salga a la calle.

Sacos anales, los grandes olvidados

Los sacos anales son unas glándulas situadas al final del recto, que se perciben al tacto. En ocasiones se llenan de excrementos y se obstruyen, produciendo dolor, y estreñimiento. En el caso de que notemos que estas glándulas están abultadas se limpiarán presionando con el pulgar y el índice a los lados del ano, hasta extraer el líquido acumulado. Este problema es más frecuente en los perros de razas pequeñas.

paso a paso

martes, 10 de junio de 2008

normas de aseo general

Higiene y salud

El aseo, lo mismo que la buena alimentación, influye en la salud, tanto del perro como de los humanos que conviven con él.

Aunque teóricamente el can se autolimpia a base de revolcones y lamidos, la realidad es que la proximidad con el hombre ha hecho que éste se ocupe de mantener a las mascotas libres de olores, con el pelo pulcro y sin enredos, así como de limpiar las orejas, ojos, patas y uñas, que es donde más se acumula la suciedad, potencial generadora de enfermedades.

La piel y el pelo resultan beneficiados con el cepillado y el examen periódico de las orejas las mantiene libres de parásitos y suciedad. La limpieza, naturalmente, no se restringe al animal, sino que se extiende a todos sus utensilios y al ambiente en el que vive, desde el comedero a la caseta o colchón.

Cuidado del pelo y la piel

A partir de los dos meses de edad del cachorro podemos comenzar con las rutinas de higiene, frotando diariamente el pelaje con un paño o bayeta, para que se vaya acostumbrando al cepillado que vendrá después, cuando tenga tres o cuatro meses de edad.
El cepillado se realiza en varias direcciones, comenzando por varias pasadas en dirección contraria al nacimiento: de cola a cabeza, para terminar de cabeza a cola. Al finalizar el cepillado se puede friccionar con una bayeta para lustrar el pelaje y absorber el polvo restante.

Los perros de pelo corto tendrán bastante con uno o dos cepillados mensuales; para los de pelo largo será imprescindible hacerlo a diario, utilizando antes del cepillado una carda o peine para desenredar el pelo.
En época de muda es útil trabajar primero el pelo con la mano, para traer el pelaje muerto a la superficie evitando su acumulación, lo que produce una desagradable picazón.

El baño ¿cómo y cuándo?

No hay unanimidad en cuanto a la frecuencia ideal del baño del perro adulto: hay quien sostiene que lo indicado es una vez por mes, mientras otros opinan que es suficiente un baño cada tres meses o cuando se hayan ensuciado mucho. Con el momento del primer baño sucede lo mismo: mientras algunos empiezan a bañar a los cachorros justo después de su vacunación preventiva, alrededor de los tres meses, otros prefieren esperar hasta los seis.

Lo importante es que el champú utilizado sea específico no alcalino, para que respete el manto de grasa que protege la piel del perro contra el frío y las agresiones externas. Los baños excesivos o con productos inadecuados pueden dejar el pelaje de nuestra mascota áspero y sin brillo, y lo que es peor, a su piel desprotegida.


Las expresiones posturales básicas

Sumisión El perro expresa su sumisión y su confianza ofreciendo a la vista las partes más vulnerables del cuerpo, como la pelvis o el cuello. Entre estos gestos se encuentra el de tumbarse con la espalda en el suelo y el cuello desprotegido, o simplemente recostarse sobre el lomo. También la postura de "hacerse más pequeño" es muestra de sumisión, encogiéndose un poco, bajando la parte inferior del cuerpo y agachando la cabeza, las orejas y la cola.

Dominio y agresividad

La mirada directa, el gruñido y el querer parecer "más grande" son los signos evidentes de dominio y seguridad. El perro muestra entonces su autoridad levantando orejas y cola y manteniendo la cabeza erguida, sacando el pecho hacia adelante y, si es necesario erizando el pelaje del cuello y el lomo.

comportamiento


comunicacion canina
complejidad de signos

El perro utiliza dos idiomas distintos: uno para comunicarse con sus congéneres y otro para comunicarse con el hombre. El lenguaje de los olores es el único que a los humanos se nos escapa, mientras que otras señales, como sonidos gestos faciales y posiciones corporales forman parte de los códigos compartidos entre esos dos lenguajes caninos.

Señales acústicas: del ladrido al aullido

Ladra, gruñe, aúlla, gime... y es capaz de numerosos matices sonoros para expresar distintas emociones, llamar la atención, advertirnos de una amenaza, manifestar su dolor y hasta su aburrimiento. Los sonidos más comunes que emite un perro y sus significados son los siguientes:
Aullidos: es una llamada capaz de llegar a muy larga distancia y a menudo es una queja ante la soledad. Su antigua función en la naturaleza era comunicarse con el resto de la manada.
Ladridos: sirve como llamada, aviso, saludo, alarma y a veces amenaza. Los ladridos agudos, parecidos a chillidos expresan también excitación y emoción.Gruñidos: si se acompañan del gesto de mostrar los dientes denotan una clara amenaza, una advertencia y una actitud defensiva para marcar distancias. Tiene distintas intensidades hasta llegar al ataque.
Gemidos: sirve para mostrar dolor, sumisión y a veces cariño, como en los saludos. También es el lenguaje propio de los cachorros, que hasta el mes aproximadamente no emiten su primer ladrido.

La cola expresa el estado de ánimo

Aunque todo el mundo identifica el movimiento del rabo con una expresión de amistad, el perro es capaz de matizarla variando la posición el ritmo y la intensidad del mismo:

Mueve la cola enérgica y rápidamente, indica actitud amistosa y alegre.
Unos pocos golpes, con movimientos lentos y cortos, indica aprobación, sensación de estar a gusto.
La cola levantada, con un movimiento amplio de un lado a otro expresa dudas entre aceptación y rechazo.
Colocada en posición horizontal indica satisfacción.
Una cola erguida denota superioridad, confianza y dominio. Si está además erizada, manifiesta agresividad.
Entre las piernas, significa miedo o inseguridad.
Rígida, alineada con la espalda y en movimiento lento avisa de que el can está molesto o preocupado.
Rígida y caída expresa deseos de pacificación.
Agitación arrítmica y lenta del rabo es expresión de recelo.



Con sus diferentes recursos comunicativos, el perro expresa deseos, necesidades y estados de ánimo. También marca su territorio y define su estatus social entre los demás perros. Su lenguaje se basa en señales auditivas, olfativas y visuales, y usa todo su cuerpo para expresarse, desde las orejas a la cola, pasando por la mirada o la postura completa.

Hay que estar atentos y conocer estos signos que pueden alertarnos de muy diversas situaciones. Nuestra reacción ante sus mensajes es muy importante, como demuestra el especial lenguaje de los perros de caza, por ejemplo, sin el cual difícilmente podrían servir a los cazadores.

Por el mismo motivo, el entrenamiento del perro para distintos servicios y tareas será más fácil si sabemos adaptarnos a su capacidad de comprensión, que abarca, además de las palabras y órdenes con la voz, toda una serie de órdenes gestuales y nuestro propio lenguaje corporal inconsciente.

La cabeza también habla

Desde el lamido de sumisión o el relamido del hambre, pasando por el movimiento de orejas y ojos, la cabeza del perro es una auténtica fábrica de señales comunicativas. Con un golpe de cabeza o del hocico pueden saludar o pedir algo, como jugar o salir a la calle; lo mismo que si la apoyan en la rodilla del dueño, por ejemplo, o la colocan bajo la mano para pedir caricias.

El movimiento de las orejas

Las intenciones de un perro, sobre todo de las razas que poseen orejas erguidas, se manifiestan claramente a través de la posición de las mismas:

Si están rectas y erguidas indican una actitud de atención, alerta y vigilancia.
Erguidas e inclinadas hacia adelante o vueltas a un lado denotan disposición al ataque.
Planas o echadas hacia atrás son sigo de inseguridad o temor.
Tiesas pero con la cabeza ladeada significa expectación.

Señales olfativas

El mundo de los olores les pertenece y representa el más potente de los lenguajes caninos. Sirve para reconocerse unos a otros, con el famoso "contacto nasal", que es el primer acercamiento entre dos perros, después se olfatearán la zona anal y los oídos. Usan los olores para marcar el territorio, para reconocerse sexualmente, para expresar su jerarquía y hasta su valentía, sumisión o miedo.

Todas las secreciones de sus distintas glándulas se emplean como medio de comunicación y cuando levantan la pata no sólo vacían su vejiga sino que están dejando un rastro de respuesta a otros olores, por lo que reprimir ese instinto es ir contra la propia naturaleza del perro, lo que puede ocasionarle serios problemas de comportamiento.

Del mismo modo, los perros son capaces de oler nuestras emociones y adelantarse así a nuestras reacciones y movimientos.